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    Print version ISSN 2075-8952

    CE vol.2 no.4 Cochabamba Sept. 2010

     

    ARTÍCULO

     

    EL CONCEPTO DE LIBERTAD EN FERNANDO SAVATER: "HAZ LO QUE QUIERAS" (APORTES AL PENSAMIENTO POSMODERNO)

     

     

    Carlos Huerta Batallanos 1 José Luis Aguilera Aratea 2

     

    1. - Lic. en Filosofía
    - Docente Universidad del Valle

    2. - Egresado Carrera Filosofía
    - Universidad del Valle

     

     


    RESUMEN

    En términos generales, la Libertad del ser humano es contemplada como la capacidad de elegir. En el contexto posmoderno, en una sociedad impregnada por el materialismo y relativismo, parece que todos establecen que la Libertad es una característica peculiar de la persona; sin embargo, se tiene una diversidad de concepciones sobre la Libertad y su importancia en la vida del hombre o simplemente no se tiene una un concepto concreto; por tanto, el objetivo general de la investigación plantea: Establecer los componentes del concepto de Libertad de Fernando Savater, como aporte al concepto posmoderno de Libertad.

    En el transcurso de la investigación, se ha analizado los rasgos principales del pensamiento de Fernando Savater sobre el hombre y la Ética; se ha identificado la visión de Libertad predominante en la posmodernidad; finalmente, se ha analizado los aportes de Savater frente a la actitud relativista y subjetivista del hombre posmoderno.

    En los resultados, se puede apreciar que en la concepción savateriana los elementos fundamentales de la Libertad tiene una dinámica donde existe una estrecha relación entre conocimiento- acción, conciencia-inteligencia-voluntad, a la hora de realizar una acción libre.


     

     

    INTRODUCCIÓN

    A lo largo de la historia, la Libertad ha sido un tema de reflexión de muchos pensadores, cada uno desde su perspectiva cono un enfoque distinto a otro; entre éstos, se considera que la reflexión de Savater sobre la Libertad puede ser un aporte en la formulación de la Libertad en la sociedad posmoderna.

    Por un lado, se ve que la Libertad en la postmodernidad es elevada a la cima pero, por otro lado, la Libertad muestra todo lo contrario: el consumismo, el dar exagerada importancia a las cosas, a los medios de comunicación, entre otros, los cuales son los que hacen ver que el hombre está sometido, coartado de ser libre.

    Este panorama mueve a preguntarse sobre la esencia del hombre, el papel que desempeña la Ética, cómo afecta a la vida del hombre cada una de las caracte rísticas de la posmodernidad y, verdaderamente, en qué consiste la Libertad, no sólo como un concepto para saciar una curiosidad intelectual sino en qué me dida interviene en la vida del hombre en vista a su plena realización constatada en la vida práctica, es decir, en cada uno de los actos libre que se realizan en la vida cotidiana.

     

    MATERIALES Y MÉTODOS

    La elaboración del trabajo se basa en el método analítico-sintético:

    Analítico: A partir de una investigación teórica, se realizó un análisis del tema a tratar.

    Sintético: Del planteamiento integral se hizo una breve exposición de los elementos esenciales del tema que fija las cualidades y rasgos principales.

    El tipo de estudio que se desarrolló fue el Reflexivo Explicativo, porque a través del estudio y reflexión del tema, se va a explicar el contenido del trabajo de investigación; mientras que la técnica para la recopilación de información será la Recolección de fuentes bibliográficas y de datos mediante fichas.

    Para las ideas principales, como fuente primaria se utilizó las obras de Fernando Savater, en las cuales está plasmada la concepción de Libertad y los elementos que la conforman. Otras fuentes fueron los libros relacionados con el tema del objetivismo y relativismo de la sociedad actual y la permisividad, también enciclopedias, artículos, internet y otros medios que hacen referencia al tema.

    LA VISIÓN DE HOMBRE EN LA POSMODERNIDAD

    El hombre posmoderno no comparte los mismos idea les de la época anterior, pues tiene un sistema de vida muy distinto a la época moderna; sus características se manifiestan en el o los estilos de vida que ha asumido.

    El hombre ya no se distingue del todo; sujeto y objeto llegan a identificarse recíprocamente y, como consecuencia, la realidad para el mismo hombre se va consolidando de forma distinta; se hace más ligera por estar menos dividida entre lo verdadero y la ficción, la información y la imagen: todo da igual (1). En la modernidad, se tenía un proyecto: el construir un futuro mejor, en base al cual se orientaban todos los ideales (2); las formas y estilos de vida, en la posmodernidad, se han adoptado una gran variedad, formas de vida hedonista, consumista y relativista, las cuales sobre salen entre otras.

    En la posmodernidad, el hombre vive desencantado; su estilo de vida no gira en torno a valores absolutos o permanentes; vive preferentemente en la desfundamentación del pensamiento; considera que las convicciones firmes que dieron seguridad para vivir a las generaciones anteriores han dejado de tener vigencia, han caducado y ya no tienen la importancia que en otra época gozaron; acepta tal hecho y le da igual; le es in diferente porque, además de ser una pérdida de tiempo tratar esos temas, sería complicarse la vida (2).

    En la época actual, el hombre al no tener puntos de apoyo, referencias y convicciones firmes, se mueve por todas partes sin saber a dónde va; es como una veleta que apunta donde el viento sopla y cambia de dirección constantemente buscando satisfacción, gozar y disfrutar el momento (3).

    El hombre, al asumir los estilos de vida que la época posmoderna le propone, lo mueve a disfrutar de una vida que carece de Ética, puesto que no existe un fundamento estable de tal manera que los compromisos se hacen efímeros, que cambian según el sujeto y las circunstancias; por eso, cabe decir que los estilos de vida en la posmodernidad, especialmente el relativismo y el subjetivismo, hacen imposible la Ética.

    El relativismo -concepción subjetiva de la verdad y del bien hace imposible la Ética, porque si la Ética fuera subjetiva, el violador, el traficante de droga y el asesino podrían estar actuando Éticamente, si la Ética fuera subjetiva, todas las acciones podrían ser buenas acciones, y también podrían ser buenas y malas a la vez (4).

    En este sentido, se puede afirmar que en la posmodernidad no se puede hablar propiamente de Ética ya que la Estética la ha sustituido; al carecer de Ética, los estilos de vida en la posmodernidad dejan la puerta abierta a la permisividad.

     

    LA PERMISIVIDAD

    El todo es válido y lícito es consecuencia del relativismo en el cual no cabe lo permanente ni lo absoluto. "La permisividad significa que uno no tiene prohibiciones ni territorios vedados ni impedimentos que le frenen, salvo las coordenadas externas de las leyes cívicas, de por sí muy generales" (3).

    La permisividad y el subjetivismo forman un binomio estrechamente entrelazado. El subjetivismo insiste una y otra vez en que la única forma de conducta es el punto de vista personal, se va instalando a espaldas de la verdad del hombre y de su naturaleza, buscando y persiguiendo beneficio inmediato. Con ello se llega a afirmar que la verdad (y, por qué no, también de la Libertad) es lo útil, lo práctico, y, en consecuencia, nada es absoluto y definitivo; todo depende de un entramado de relaciones complejas, nada es verdad ni mentira (3).

    El hecho de que las restricciones, en la posmodernidad, donde el estilo de vida hedonista, consumista y relativista, no tenga dónde apoyarse ni dirección a la cual dirigirse, ya sea sólo para la convivencia social, cada uno vive como mejor le parece, según sus deseos, y deja vivir a los demás sin dar tanta importancia si es bueno o malo; se consiente, se tolera y existe un cierto respeto a la diversidad de pensamiento, de actuar, de ver la realidad.

     

    LA LIBERTAD Y LA VIDA DEL HOMBRE

    La Libertad del hombre, para Fernando Savater, tiene componentes como la conciencia, la cual es la instancia suprema del conocimiento y la acción, el conocimiento, el acto voluntario y la acción.

     

    CONCIENCIA

    Al igual que un sujeto al encontrarse en medio del mar para dirigirse hacia donde tiene que llegar necesita una brújula, el hombre para orientarse en la vida necesita la Ética y del instrumento ético que se encarga de señalar el rumbo y distinguir entre el bien y el mal es la conciencia.

    Las grandes tradiciones culturales de la humanidad desde Confucio y Sócrates, han llamado a la conciencia moral a ese muro de contención del mal, y le han otorgado el máximo rango entre las facultades huma nas [...] Confucio define la conciencia con palabras sencillas y exactas: luz de la inteligencia para distinguir el bien y el mal (4).

    La conciencia del ser humano se va formando rectamente gracias a la intervención de la inteligencia; es la que va poniendo ciertos parámetros y jerarquizando valores que apuntan hacia el bien, hacia lo bueno para evitar el mal. "Si elegir lo bueno es afirmar y reforzar lo que somos, exaltar nuestra condición en su complejidad y aún buscarle nuevas posibilidades, la opción por lo malo supondrá desmentirnos y mutilarnos volunta riamente, rebelarnos contra lo que somos y quiénes somos" (5).

    La conciencia es la luz que ilumina la inteligencia; en el momento de elegir, es instancia suprema del conocimiento y del acto voluntario; el hombre, al tener una conciencia, rectamente formada por la inteligencia, es la que ilumina a la misma razón a la hora de elegir; por tanto, cada una de sus elecciones se orientan hacia el bien, a lo bueno, lo que le perfecciona como hombre.

    El tener conciencia hace que el hombre desarrolle un buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que le repugne espontáneamente hacer, y el no tener conciencia o tener una conciencia mal formada le hace un imbécil.

    Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia. Saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien. Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no. A base de práctica, ir desarrollando un buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne es pontáneamente hacer. Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos (6).

    Por tanto, queda claro que la inteligencia es la que forma a la conciencia bajo ciertos parámetros y una jerarquía de valores que apuntan hacia el bien; la conciencia, a la hora de elegir, es la que ilumina a la inteligencia y, por ende, ésta, a la voluntad.

     

    CONOCIMIENTO

    Uno de los aspectos que diferencian al hombre de los demás seres vivos es la capacidad de conocer y poder reflexionar sobre aquello que conoce, distinguir lo que le conviene de lo que no le conviene.

    Para Savater, la razón es un conjunto de hábitos deductivos, tanteos y cautelas, en parte dictados por la experiencia y en parte basado en las pautas de la lógica. La combinación de todas ellas constituye una facultad capaz, al menos en parte, de establecer o captar las relaciones que hacen que las cosas dependan unas de otras, y están constituidas de una forma y no de otra (7).

    La razón y el conocimiento preceden al acto voluntario para que el accionar humano tienda en lo posible al bien, porque de cualquier forma las acciones que haya elegido llevar a cabo afectan a sus semejantes. El hombre obra bien porque ya conoce; a sabiendas, nadie obra mal en contra de otro o de sí mismo; al menos lo más razonable es que la razón iluminada por una conciencia bien formada mueva al hombre a elegir voluntariamente el bien, lo bueno reflejado en cada uno de sus actos.

    El ser humano cuando conoce lo bueno, siempre lo prefiere a lo malo, nadie hace el mal a sabiendas, lo mismo que nadie es feliz en contra de su voluntad. La esencia de la maldad no reside más que en la ignorancia moral. Cuando elegimos con plenitud de conocimiento, elegimos lo bueno porque es lo que conviene a nuestra naturaleza [...] (5).

    El mal estará al alcance de quien quiera elegir y hacer el mal; el hombre es libre de elegir entre uno u otro; si conoce lo bueno, siempre lo preferirá porque es parte de su naturaleza y elegirá y actuará mal por pura ignorancia, porque "el aprecio por lo bueno es siempre de lo seres dotados de razón, que al reflexionar nos damos cuenta de cuánto mejor sería esta perra vida si fuésemos todos capaces de conductas excelentes" (7). Savater sostiene que la inteligencia siempre tiene que preceder al acto voluntario, ya que es la que ilumina a la voluntad en el momento de elegir

     

    ACTO VOLUNTARIO

    La acción es libre y voluntaria cuando su causa es un sujeto capaz de elegir, de querer y poner en práctica proyectos que trascienden lo meramente instintivo hasta volverlos irreconocibles o suplir sus carencias que puedan llegar a tener. "La acción, en el sentido hu mano y humanizador que aquí le damos al término, es lo contrario al cumplimiento de un programa" (5). El hombre puede dirigir en gran medida sus actos porque está dotado de voluntad, el permanecer bajo la dirección de un programa sería renunciar a elegir.

    Al actuar voluntariamente, el hombre se hace dueño de sí mismo y se va dando forma como ser humano, con todas sus facultades en función de lo que quiere llegar a ser dentro de sus posibilidades.

     

    LIBERTAD

    En la posmodernidad, se ha visto que la Libertad se ha entendido como la facultad que tiene el hombre de hacer lo que se le venga en gana ya que la única forma de conducta es el punto de vista personal; en otras palabras, para el hombre posmoderno la Libertad y permisividad son equivalentes. La permisividad significa que todo es válido y lícito porque no existen las prohibiciones.

    Savater, al hablar de conciencia, rechaza la permisividad porque "no todo da igual". Uno de los aspectos de la Libertad en la concepción savateriana es la responsabilidad, como el reverso de la medalla de la Libertad, pues Libertad y responsabilidad van estrechamente unidas, porque una sin la otra no pue den existir.

    La Libertad es imprescindible para establecer responsabilidades, porque sin responsabilidad no se puede articular convivencia en ningún tipo de sociedad. Por eso ser libre no es sólo un motivo de orgullo sino también de zozobra y hasta de angustia. Asumir nuestra Libertad supone aceptar nuestra responsabilidad por lo que hacemos, incluso por lo que intentamos hacer o por consecuencias indeseadas de nuestros actos (7).

    La Libertad sin la responsabilidad no se puede entender porque la responsabilidad es la que confirma que el hombre es libre. La Libertad del hombre es limitada por el hecho de que su misma naturaleza es limitada; el hombre no puede elegir lo que le sucede, es decir, no elige nacer en tal o cual lugar; no elige a sus padres, no elige ser hombre o mujer y otros; el hombre no puede elegir estos aspectos de su existencia; no puede elegir lo que le pasa, pero sí puede elegir el cómo proceder ante aquello que le pasa.

    Permisividad y Libertad no son equivalentes, porque la permisividad carece de aspectos como la responsabilidad, la conciencia bien formada, el conocimiento y el acto voluntario que para la Libertad son fundamentales, puesto que la Libertad se da en medio de seres humanos, ante quienes se tiene que responder por cada uno de nuestros actos ya que éstos de alguna forma afectan su existencia.

     

    "HAZ LO QUE QUIERAS"

    En el pensamiento savateriano, la Libertad se resume en la frase Haz lo que quieras, la cual no significa que el hombre haga lo primero que se le venga en gana; esto sería seguir un mero capricho y la Libertad en este sentido no sería ejercida. Con el Haz lo que quieras, parece que se está dando una orden; es una orden para actuar libremente: Al cumplirla, se la desobedece y, al obedecerla, se la cumple.

    La aparente contradicción que encierra ese haz lo que quieras no es sino el reflejo del problema esencial de la Libertad misma: a saber, que no somos libres de ser libres, que no tenemos más remedio que serlo. ¿Y si dices que ya está bien, que estás harto y que no quieres seguir siendo libre? ¿Y si decides entregarte como esclavo al mejor postor o jurar que obedecerás en todo y para siempre a tal o cual tirano? Pues lo harás por que quieres en uso de tu Libertad y aunque obedezcas a otro o te dejes llevar por la masa seguirás actuando como prefieres: no renunciarás a elegir, sino que habrás elegido no elegir por ti mismo (6).

    El hombre, al formar parte de la sociedad, está sujeto a obedecer un conjunto de reglas, de leyes que nece sariamente, para que se pueda convivir en comunidad, tiene que obedecerlas. Savater al respecto afirma que "Puedo hacer lo que quiera salvo ignorar la ley misma, salvo no tener ley; mi querer es libre porque conoce la ley. Esto es necesario porque el hombre necesita vivir en sociedad y no destruir a sus semejantes; para lograr la auténtica calidad de vida, en definitiva para que el hombre viva como lo que es: persona. "Ser libre no significa obtener lo que se quiera, sino determinarse a querer (en el sentido amplio de elegir) por sí mismo" .

    El conocimiento, la razón iluminada por la conciencia proporciona al hombre un conjunto de posibilidades de las cuales tiene que elegir; la elección que haga, sea cual fuere, debe apuntar hacia su perfeccionamiento como persona. Cuando el hombre se pregunta sobre ¿Qué va a ser de él? ¿Qué va a hacer con su vida, la vida que le toca vivir?

    La respuesta de Savater es Haz lo que quieras; el hombre no debe ir preguntando a otros qué hacer con su vida; esa cuestión se la tiene que preguntar a sí mismo. En definitiva, otro no puede vivir en su lugar; es él quien va a vivir su vida, no otro. Haz lo que quieras y el hombre ¿qué es lo que quiere? En el fondo lo que el hombre, todo hombre, quiere es darse la buena vida, una vida con, para y en medio de sus semejantes.

    El hombre es capaz de elegir, pero la Libertad quedaría incompleta, porque no es suficiente con elegir, con decidir sobre lo que quiere, sino que necesariamente aquello tiene que llegar a concretarse en la acción. El verbo Haz, del "Haz lo que quieras", invita a la acción, a manifestar concretamente en hechos fehacientes lo que se quiere, no quedándose simplemente en intenciones o deseos inconcretos.

    Todo acto libre es atribuible a alguien; por tanto, el sujeto que lo realiza debe responder de él. Es el agente quien escoge la finalidad de sus actos y, por consiguiente, quien mejor puede dar explicaciones sobre los mismos. La Libertad es la capacidad de elegir, la responsabilidad es la aptitud para poder dar cuenta de esas elecciones.

    La responsabilidad es el reverso de la medalla de la Libertad, pues Libertad y responsabilidad van estrechamente unidas, porque una sin la otra no pueden existir. Libre y Responsable son dos conceptos paralelos e inseparables; por eso, se ha dicho que a la Estatua de la Libertad le falta, para formar pareja ideal, la Estatua de la Responsabilidad (8).

    En definitiva, ser responsable es saberse auténticamente libre, para bien y para mal; el hombre tiene que cargar con las consecuencias de lo que ha hecho e intentar enmendar lo malo que pueda enmendarse y aprovechar al máximo lo bueno; el hombre responsable siempre está dispuesto a responder de cada uno de sus actos y siempre se responde ante otros como víctimas, testigos o jueces (6).

     

    "DATE LA BUENA VIDA"

    Existen dos formas de entender el Date la buena vida. Por lo general, la mayoría de las personas, como es normal, quiere darse la buena vida, pero la forma de darse la buena vida para algunos sólo se limita a adquirir fama, tener éxito en todas sus actividades, el obtener riquezas; para lograr cada una de las ya mencionadas formas de darse la buena vida, las personas dedican mucho tiempo, se esfuerzan, hacen bastantes sacrificios, incluso, en algunos casos se miente, se utiliza a las personas reduciéndolas a cosas o a medios para alcanzar un fin y cuando lo consiguen ¿qué? Pues, disfrutan de todo aquello que han lo grado.

    Para darse la buena vida el hombre tiene que reconocer que no sólo está rodeado de animales y cosas, sino que también está rodeado de personas humanas que tienen el derecho a esperar cosas que las cosas no les pueden dar: lealtad, honradez, ayuda, las cuales se exigen también de los demás. El hombre no debe confundir los medios con el fin; las riquezas materiales son simplemente medios que ayudan, en parte, al hombre a alcanzar su plena realización como ser humano.

    El principio básico de la buena vida, dice Savater, es tratar a las personas como personas, ponerse en su lugar, relativizar intereses propios para armonizarlos con los de los demás, pues esta virtud se llama Justicia (6).

    Tratar a las personas como personas "consiste en que intentes ponerte en su lugar, reconocer a alguien como semejante implica sobre todo la posibilidad de comprenderle desde dentro, de adoptar por un momento su propio punto de vista" (6).

    La buena vida tiene lugar únicamente en sociedad junto a otros seres humanos quienes buscan también darse la buena vida, que hacen o deberían hacer lo que está a su alcance para mejorar la comunidad en la que les ha tocado vivir, luchar por las relaciones humanas establecidas en la sociedad para que sean simplemente eso: más humanas, o sea, menos violentas y más justas.

    La buena vida no se da de la misma manera en todos; por eso, es necesario aclarar que un ser humano concreto, al igual que todos lo seres humanos, ha sido instituido de forma original, única, no en serie como si todos fueran producto de un prototipo, sino que cada uno tiene su individualidad que lo hace distinto al otro, excepto la humanidad, raíz común de una inmensa diversidad. De tal modo que "la buena vida no es algo general fabricado en serie, sino que sólo existe a la medida. Cada cual debe inventársela, de acuerdo con su individualidad, única, irrepetible y frágil" (6).

    Para darse la buena vida, no existe un manual universal que pueda ser aplicado a todo ser humano en cualquier contexto y que los resultados tanto en un lugar como en otro sean los más óptimos, pero sí existen unos parámetros, los cuales son los ya mencionados como el tratar a las personas como personas, el respeto, el ponerse en el lugar del otro y practicar la justicia.

    Uno de los aspectos de la buena vida que no puede quedar al margen es el placer, el cual no consiste en el goce a como dé lugar, a cualquier precio sin importar las consecuencias o darle la primacía ante todo; en este caso se abusa del placer y en efecto, la vida se va empobreciendo y lo que va adquiriendo más importancia que la vida misma es el placer. El placer es muy agradable pero tiene una fastidiosa tendencia a lo excluyente: si te entregas a él con demasiada generosidad es capaz de irte dejando sin nada con el pretexto de hacértelo pasar bien. [.] la diferencia entre el uso y el abuso es precisamente ésa: cuando usas un placer, enriqueces tu vida y no sólo el placer sino que la vida misma te gusta cada vez más; es una señal de que estás abusando el notar que el placer te va empobreciendo la vida y que ya no te interesa la vida sino ese particular placer (6).

    La capacidad de poner el placer al servicio de la alegría es no caer del gusto al disgusto; a esto se le llama desde tiempos pretéritos Templanza, la cual es amistad inteligente con lo que nos hace disfrutar con dosis adecuadas de placer.

    Por todo lo dicho anteriormente, se puede apreciar que la Libertad en el pensamiento savateriano, se la concibe a través de los componentes que la conforman: la conciencia la cual es la instancia suprema del conocimiento y la acción, el conocimiento y el acto voluntario, los cuales son componentes indispensables para la Libertad del hombre. La Libertad que presenta Savater se diferencia de la concepción de Libertad posmoderna, porque el hombre no debería ser libre aparentemente sino que debe ser libre concretamente para darse la buena vida, vida con un sentido que apunta al perfeccionamiento, a la realización plena y de forma integral como persona en medio de sus semejantes.

     

    RESULTADOS Y DISCUSIÓN

    La elaboración de la investigación ha permitido tener una visión más amplia respecto a la esencia del hombre y el papel importante que desempeña la Ética en el actuar humano dentro de una sociedad.

    El hombre puede optar por lo que le perece bueno, es decir, conveniente, y como puede inventar y elegir puede equivocarse, que es algo que a los castores o a las abejas no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarse en lo que hace para adquirir un cierto saber vivir que le permita acertar, a ese saber vivir se lo denomina Ética (6).

    La Ética más allá de ser una reflexión del por qué respecto a un conjunto de conductas y de normas, es adquirir, a través de actos humanos, un cierto saber vivir que le permita la plena realización; uno de los elementos de gran importancia, por la función que desempeña, es el Conocimiento previo a la acción reflexiona sobre la información recibida, la cual jerarquiza su importancia y la ordena para que a la hora de realizar una acción se evite el error y consecuencias no deseadas. Otro elemento que juega un papel importante a la hora de realizar una acción es la Voluntad, la cual le da un carácter diferente a la acción humana y la diferencia de los demás seres; por eso, "la acción humana en el sentido humano y humanizador es lo contrario al cumplimiento de un programa" (2).

    Savater define a la Ética como el arte de vivir bien, puesto que el vivir bien tiene lugar en medio de la sociedad; pues, en definitiva, el hombre es un ser social llamado a vivir en sociedad donde la vida transcurre entre humanos y el lugar apropiado donde puede darse y dar la buena vida a sus semejantes, pues la vida humana se desarrolla para y con los demás.

     

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    (1) VATTIMO Gianni (1997) El fin de la posmodernidad, Gedisa, Barcelona.

    (2)  GONZÁLEZ- CARVAJAL Luis (1993) Ideas y creencias del hombre actual. 4° ed. Sal Terrae, Barcelona.

    (3)  ROJAS Enrique (2000) El Hombre Light. Planeta, Buenos Aires.

    (4)  AYLLÓN José Ramón (2005) Ética razonada, Palabra, Madrid.

    (5)  SAVATER Fernando (2003) El valor de elegir. Ariel, Barcelona.

    (6)  SAVATER Fernando (1991) Ética para Amador. Ariel, Barcelona.

    (7)  SAVATER Fernando (1999) Las preguntas de la vida. Ariel, Barcelona.

    (8) ITSON http://biblioteca.itson.mx/oa/desarrollo_per-sonal/oa15/Libertad_responsabilidad/r4.htm(26 de noviembre 2009)        [ Links ]