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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.9 n.41 La Paz dic. 2015

     

    HISTORIAS DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS

     

    El Museo Aeroespacial de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB)

     

     

    Ramiro Molina Alanes*

    * Jefe del Acervo Histórico de la Fuerza Aérea Boliviana y Académico de Número de la Academia Boliviana de Historia Militar.

     

     


    Las crónicas de la aviación militar boliviana, al margen de estar adornadas por las gloriosas gestas que protagonizaron nuestros aviadores militares, tanto en la conquista de los cielos bolivianos como en la contienda bélica del Chaco, también están teñidas con la sangre de nuestros esforzados precursores y héroes que, en su afán de someter los diáfanos pero complejos cielos patrios o de resguardar el espacio aéreo nacional, plegaron prematuramente sus jóvenes y promisorias alas.

    Sin embargo, es inadmisible que, debido tal vez a la carencia de recursos económicos para preservar nuestro legado histórico, o a la falta de una conciencia aeronáutica, no se cuente físicamente con las máquinas voladoras que hicieron historia en nuestro país; de lo contrario, se habrían conservado con el cuidado y la veneración de auténticas reliquias el avión "Cóndor", primigenia aeronave construida en la Intendencia de Guerra en 1917; el triplano Curtiss "Wasp" que, adquirido por nuestro Ejército y tripulado por el Cap. Donald Hudson, surcó por primera vez los inmaculados cielos de Bolivia el memorable 17 de abril de 1920; el glorioso Vickers "Scout" que, bajo el mando del Cap. Rafael Pabón, salió triunfante en el primer combate aéreo en América, suscitado el 4 de diciembre de 1932; y muchos otros de los cuales sólo se conserva imágenes en vetustas y escasas fotografías.

    Por otro lado, debido a la ausencia de un museo aeronáutico en nuestro país, Bolivia se ha constituido en un involuntario proveedor de aeronaves históricas a museos y coleccionistas extranjeros, quienes a través de la compra o la permuta lograron hacerse con varios e inapreciables aviones militares bolivianos conceptuados como raros o clásicos. Entre estos:

    "Thunderbolt" P-47B

    Después de estar varias décadas como ornamento al ingreso de la Base Aérea de El Alto, este cazabombardero de destacada actuación en la Segunda Guerra Mundial y que perteneció a nuestra aviación militar a fines de la década de los años 40, en 1970 fue transferido a un coleccionista norteamericano; actualmente se se encuentra en condiciones de volar y está siendo exhibido en el "Champlin Museum" de Arizona, Estados Unidos.

    Grumman JRF-6 "Gosse"

    Esta imponente aeronave, considerada como un verdadero clásico de la aviación mundial, fue el único anfibio con que contó la aviación militar boliviana en el transcurso de su historia; operó por muchos años en los ríos y lagunas del trópico boliviano transportando pasajeros, carga y correspondencia dentro del venerable Escuadrón de Transporte Aéreo (ETA), actual Transporte Aéreo Militar (TAM); en 1958 fue cedida en calidad de permuta a una empresa norteamericana y actualmente es exhibida como una preciada reliquia en un museo aeronáutico privado de Arizona, Estados Unidos.

    "Mustang" F-51

    A partir de 1978 los últimos Mustang F-51, símbolo de nuestra aviación de caza, fueron permutados por otras aeronaves operativas a través de coleccionistas americanos y canadienses, quienes los mantienen en perfectas condiciones de vuelo para exhibirlos en los festivales aéreos que son realizados en esos países y Europa.

    Casi todos conservan el esquema de colores e insignias con que operaron en la Fuerza Aérea Boliviana.

    Curtiss "All metal" CW-19

    Durante casi cuatro décadas esta histórica aeronave constituyó un importante símbolo de la Base Aérea Militar de El Alto. En 1994, como parte de una operación de permuta, fue cedida a la empresa norteamericana Dixie Air Parts Supply Inc.

    Después de ganar importantes premios en el festival aéreo de Oshkosh, Estados Unidos y otros como el avión más raro y antiguo, actualmente continúa realizando memorables vuelos de exhibición.

    North American "Sabre" F-86-F

    En mayo de 1995 los últimos tres F-86 "Sabre" fueron cedidos por la FAB a la empresa norteamericana Dixie Air Parts Supply Inc. en calidad de permuta. Publicaciones especializadas anuncian que dos de estas aeronaves fueron rehabilitadas y volaron en festivales aéreos de los Estados Unidos y Europa; la otra es exhibida en un museo aeronáutico de Osaka, Japón.

     

    El Acervo Histórico de la FAB como comienzo

    Con el noble fin de preservar la historia de la aviación nacional y mostrar a las generaciones venideras las distintas etapas de su progreso, la venerable Cnl. Av. Amalia Villa de la Tapia, primera aviadora boliviana, desde 1958 acumuló denodada y persistentemente todo tipo de objetos y documentos históricos que nos permitan conocer nuestra gloriosa historia aeronáutica. Gracias a su inquietud visionaria, se logró rescatar de las fauces de la destrucción premeditada o involuntaria importantes reliquias, documentos y fotografías con los que se logró conformar el Acervo Histórico de la FAB.

    A partir de 1985 su único discípulo, el historiógrafo Tc. Av. Ramiro Molina Alanes, quien la sustituyó en ese delicado cargo, continuó la ponderable labor de recuperar de personas particulares a través de honrosas donaciones, fotografías, partes de aeronaves y uniformes, así como colecciones bibliográficas que incrementaron notablemente el Acervo Histórico, que desde el año 2001 funcionó en un local específicamente construido para tal fin en predios del ex-Comando General de la Fuerza Aérea de la Av. Montes No. 734 de la ciudad de La Paz.

    Con la premisa de que un museo no sólo es un depósito de objetos antiguos, el Acervo Histórico acertadamente denominado "Cnel. Av. Amalia Villa de la Tapia" cumplió las tareas de acopio de fondos museológicos, así como de investigación, difusión, y consulta de nuestra historia general y aeronáutica.

    Por la actividad que realizaba y los fines que perseguía, el Acervo Histórico pasó a ser miembro activo del Sistema Iberoamericano de Museos Aeronáuticos y Espaciales (SI-MAE); en tal virtud, el director de este repositorio histórico asistió a tres encuentros realizados en Brasil y Chile.

    En octubre de 2015 todos los fondos museológicos que atesoraba el Acervo Histórico pasaron a conformar el novel Museo Aeroespacial.

     

    Museo Aeroespacial de la FAB

    Si bien en los años 1995, 2010 y 2012 el autor del presente artículo elevó a consideración de los Comandantes de la Fuerza Aérea el proyecto de creación del Museo Aeronáutico en la Base Aérea de El Alto, no fue hasta la gestión 2015 que se consideró como prioridad institucional, lo cual fue propiciado e impulsado por el Jefe de Estado Mayor General de la FAB, Gral. Brig. Aé. Celier A. Arispe Rosas desde su anterior cargo de Comandante de la I Brigada Aérea. De esta manera, el 13 de febrero el Sr. Comandante General de la Fuerza Aérea, Gral. Div. Aé. Juan Gonzalo Durán Flores, presentó el proyecto correspondiente al señor Presidente Constitucional del Estado, Evo Morales Ayma, quien, imbuido de la importancia de este trascendental propósito, comprometió el apoyo económico para su concreción a través de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE).

     

    El Alto como sede

    Se eligió a la ciudad de El Alto como sede del museo, debido a que constituye para la Fuerza Aérea Boliviana la cuna de su nacimiento, pero fundamentalmente por las excepcionales condiciones climatológicas de esta urbe andina que son insuperables para el establecimiento y funcionamiento de cualquier tipo de repositorio histórico, especialmente de un museo aeronáutico, debido principalmente al ambiente seco y benigno, ausencia de microorganismos y humedad.

    Una prueba fehaciente de lo afirmado es que el legendario avión Curtiss "All Metal", que por más de 40 años permaneció en un pedestal a la intemperie frente a la Primera Brigada Aérea de El Alto, después de su transferencia a coleccionistas extranjeros, increíblemente siguió volando como en sus mejores tiempos.

    Respecto a la acción climatológica se tiene registrado un nefasto antecedente, ya que el año 2002 para realzar el 50 Aniversario "Bodas de Oro" del Colegio Militar de Aviación, fueron trasladados a los predios de ese instituto, asentado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, todos los fondos museológicos y bibliográficos del Acervo Histórico; sin embargo, por el clima húmedo propio de la región tropical, importantes piezas y reliquias sufrieron daños irreversibles, especialmente las fotografías que por la humedad no sólo perdieron la resolución de sus imágenes, sino que las delgadas capas de película quedaron pegadas a los vidrios de los cuadros.

     

    Primer hangar de la Aviación Militar Boliviana

    Por su trascendencia histórica, se decidió que el Museo Aeroespacial esté ubicado en el mismo hangar donde el 17 de abril de 1920 se dio inicio la "Era Aeronáutica en Bolivia", así como en los antiguos hangares de la primera Escuela Militar de Aviación de El Alto.

    Las someras memorias de estos verdaderos monumentos de nuestra aviación son los siguientes: a principios de 1920 arribaron a El Alto, vía el puerto de Arica, grandes cajas que contenían el triplano Curtiss "Wasp", adquirido por el gobierno del Presidente José Gutiérrez Guerra; para su montaje, conservación y operación se decidió la construcción de un hangar y una pista de aterrizaje. De esta manera, al mando del ingeniero militar Tcnl. Meredia Villarreal, un entusiasta grupo de obreros y soldados, colaborados por los comunarios del lugar, procedieron a la construcción tanto de la pista de aterrizaje como de un cobertizo de adobe y calamina, que habría de constituirse en el primer hangar de la aviación boliviana.

    De 1923 a 1926, en esta única obra de infraestructura aeronáutica situada en el yermo alteño, funcionaban los talleres de mantenimiento de aeronaves, oficinas del Director, aulas para alumnos pilotos y mecánicos, e incluso el comedor, cocina y enfermería de la incipiente Escuela Militar de Aviación.

     

    Hangares de cemento

    En 1925, cuando asumió la Dirección de la Escuela Militar de Aviación el My. Bernardino Bilbao Rioja, no sólo se adquirieron nuevas aeronaves de entrenamiento y combate, sino que se inició la construcción de cuatro nuevos y amplios hangares de cemento que, a partir del año 1926, le dieron al campo aéreo de El Alto un cariz de verdadera base aérea militar, así como funcionalidad y comodidad a los miembros de nuestra entusiasta aviación militar.

    De esta manera, las escuadrillas de aviones adquiridas para la Guerra del Chaco fueron preservadas adecuadamente bajo techo, lo que les daba mayor vida útil puesto que la mayoría de las aeronaves estaban construidas de tela y madera.

     

    Inicio de obras del museo aeroespacial

    En un acto de honda significación histórica, realizado el 22 de mayo de 2015 en la Base Aérea de El Alto, al que concurrió todo el personal de la Guarnición Aérea de La Paz, el señor Comandante General de la Fuerza Aérea, Gral. Div. Aé. Juan Gonzalo Durán Flores, colocó la piedra fundamental para la creación del anhelado museo que atesoraría las aeronaves históricas que operaron en nuestra aviación militar, así como armamento, uniformes, fotografías y toda reliquia que testimonie sus difíciles inicios, su gloriosa participación en la Guerra del Chaco y su promisoria evolución hasta nuestros días.

     

    Restauración de aeronaves

    Debido a que casi todas las aeronaves históricas trasladadas desde las diferentes guarniciones aéreas del país acusaban diferentes daños, tanto por haber permanecido fuera de vuelo durante muchos años, o por haber sido exhibidas en pedestales al aire libre, en un gesto digno de ponderación, las promociones del Colegio Militar de Aviación y del Politécnico Militar de Aeronáutica, poseídos por un arraigado amor y profundo agradecimiento a la institución que les cobija, en forma voluntaria asumieron la compleja y costosa labor de restaurar los diferentes aviones y helicópteros, así como motores y accesorios inherentes a nuestra historia aeronáutica.

    De esta manera, en un emotivo acto realizado el 18 de septiembre pasado, representantes de las referidas promociones hicieron entrega simbólica de las aeronaves restauradas en el estado de avance en el que se encontraban.

     

    Satélite "Tupac Katari"

    En 1957, cuando se lanzó al espacio el primer satélite artificial del mundo, el "Sputnik" ni el más optimista de los bolivianos debió presagiar que cinco décadas después nuestro país ingresaría a la era espacial con un satélite propio, que revolucionaría las comunicaciones en todos los rincones de nuestro vasto pero complejo territorio geográfico.

    Con la premisa de que las comunicaciones son imprescindibles tanto para la realización de las operaciones aéreas como para el apoyo al vuelo de la aeronáutica civil y las fuerzas aéreas del mundo, las fraternales alas militares bolivianas, al vislumbrar promisoriamente el futuro que encararán, han incluido en su museo una sala dedicada al primigenio satélite boliviano "Tupac Katari"(TKSAT-1), pieza que dio lugar a que este importante repositorio histórico sea denominado "Museo Aeroespacial".

    Para esto, la Agencia Boliviana Espacial ha cedido maquetas e información tanto del TKSAT-1 como del cohete "Larga Marcha"3 B/E, que el histórico 20 de diciembre de 2013 lanzó al espacio exterior el satélite que lleva el nombre del célebre caudillo aymara que lideró los memorables levantamientos indígenas de 1781.

     

    Solemne inauguración

    Como parte de los actos de conmemoración del XCII Aniversario de la Fuerza Aérea Boliviana, el 28 de octubre de 2015 se inauguró oficialmente el Museo Aeroespacial; asistieron a este histórico y trascendental evento el Sr. Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Lic. Álvaro García Linera, y altas autoridades nacionales y militares.

     

    Colecciones museológicas

    El Museo Aeroespacial cuenta en la actualidad con 23 aeronaves que fueron incorporadas a nuestra aviación militar entre los años 1942 y 2007, además de un camión Ford Modelo 1932 utilizado en la Guerra del Chaco, armamento antiaéreo y de dotación individual, diferentes motores, hélices y accesorios de aviación, y una colección de uniformes, fotografías y modelos a escala.

    Los diferentes aviones y helicópteros están ubicados en distintos niveles dentro de los históricos hangares y en la "Plaza de Aeronaves", contigua al hangar No. 1.

    Entre las salas de exhibición destacan: la interactiva, la audiovisual y la de escenografía de la Guerra del Chaco.

     

    Perspectivas futuras

    Al margen de la construcción de la infraestructura de la segunda fase, que indudablemente brindará comodidad y facilidades a los visitantes, así como mayores espacios para la conservación y exhibición del patrimonio histórico cultural de nuestra Fuerza Aérea, el Museo Aeroespacial podría también llegar a abarcar colecciones de aeronaves y reliquias cedidas por los organismos que componen el poder aéreo del Estado Plurinacional de Bolivia.

    Asimismo, los fondos museológicos inherentes a nuestra aviación militar que son preservados en otros museos castrenses (porque no existía un museo especializado) ameritan también su natural y lógica transferencia.

    Finalmente, aviones históricos como el B-25 "Mit-chell" o el L-49 "Constellation", al permanecer por muchas décadas a la intemperie en las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz respectivamente, corren el riesgo de perderse por la corrosión y el vandalismo, por lo que debería considerarse su traslado al Museo Aeroespacial.

     

    Recepción: noviembre de 2015.

    Aprobación: noviembre de 2015.

    Publicación: diciembre de 2015.